¿Cuáles son las ventajas y desventajas de la permacultura?

También existen desventajas de la permacultura, pero podemos considerarlas pocas en comparación con las ventajas. En definitiva, un entorno vital diseñado a través de la permacultura consigue combinar la vida de los humanos con la de los animales y las plantas del lugar, de forma totalmente armoniosa y beneficiosa para todas las partes. La permacultura nos ayuda a repensar nuestros espacios vitales como ecosistemas armoniosos y ricos en biodiversidad, al tiempo que responde a nuestro deseo de estética o autonomía alimentaria. Aunque la permacultura es una de las prácticas más respetuosas con el medio ambiente, su modelo económico a gran escala no puede considerarse viable.

La permacultura engloba conceptos como la agricultura, la bioconstrucción, la economía, las energías renovables y el tratamiento natural del agua. Así, al satisfacer las necesidades humanas sin explotar los recursos naturales ni contaminar, la permacultura contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. A menudo se habla de las desventajas de la permacultura, pero se olvidan todos sus numerosos aspectos beneficiosos. El término «permacultura» apareció a finales de los años 70, cuando Bill Mollison y David Holmgren constataron el agotamiento de los recursos naturales con nuestro modelo agrícola intensivo, monocultural y deslocalizado, inadecuado para la sostenibilidad de nuestra biodiversidad.

El huerto de permacultura abre el camino a la autonomía alimentaria, pero sigue siendo una aventura viable y agradable a escala familiar. Si buscamos el significado literal, la definición etimológica de la palabra permacultura, encontramos que, por un lado, perma deriva de permanente y que dentro de la ecología, engloba la integración, la sostenibilidad y la autosostenibilidad, y que por otro lado, la palabra cultura se refiere al cultivo, promoviendo la filosofía ecológica y ética para integrarse con el entorno. En cualquier caso, hay que evitar en lo posible el uso de productos y desconfiar de los llamados productos ecológicos, que pueden esconder una práctica de greenwashing. A escala agrícola, la rentabilidad de la permacultura es muy (o nada) rentable, por lo que sigue siendo inconcebible.

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