¿Cómo se consigue una casa pasiva?

La estanqueidad se refiere a todos los cerramientos de la vivienda para asegurar la hermeticidad de la misma, consiguiendo un efecto de estanqueidad que evite las pérdidas de calor. Cuando conseguimos una temperatura adecuada en el interior de la vivienda, es necesario mantenerla el mayor tiempo posible, esto se consigue evitando las pérdidas de calor. El intercambio de calor de una casa se produce principalmente por la fachada (muro y acristalamiento), por la cubierta y, en menor medida, por el suelo en contacto con el terreno. Así, esta amalgama de estrategias arquitectónicas comparten una serie de claves que desarrollaremos en el artículo de hoy.

Una ventilación cruzada eficaz se consigue cuando colocamos los huecos, ya sean ventanas o puertas, en direcciones opuestas, sobre todo en fachadas frías y calientes, es decir, norte y sur, esto genera corrientes de aire naturales por diferencia de temperatura que aumentan la sensación de confort. En comparación con una casa convencional, una casa pasiva debe tener una mayor cantidad de aislamiento porque no cede este trabajo a los sistemas mecánicos. Por eso es importante poder garantizar la ventilación cruzada en todas las estancias de la casa, o al menos en las habitaciones y zonas comunes. Esto cambiará en unos años, con la llegada de sistemas como las baterías de Tesla que nos permiten almacenar electricidad en nuestra propia casa para consumirla cuando sea necesario.

Al igual que la filosofía Slow Home, los proyectos bioclimáticos priorizan el uso de materiales naturales producidos con procesos respetuosos con el medio ambiente, por lo que no contienen productos químicos y autorregulan su humedad, dos características muy beneficiosas para nuestra salud. Una casa pasiva es un edificio eficiente que busca reducir al máximo la demanda energética del edificio mediante estrategias globales de diseño. Aunque existen otros métodos para calentar el agua, el más común y extendido es a través de paneles solares. Al hablar de cómo funciona una casa pasiva y una vez aclarado el concepto de inercia térmica, debemos considerar un elemento natural con inercia térmica infinita, que es el propio terreno.

El efecto invernadero consiste en la disposición de superficies acristaladas estancas que permiten que el calor del sol entre pero no salga al exterior, por lo que se almacena en el interior. En este sentido, nuestro arquitecto especializado en casas ecológicas debe orientarnos sobre la mejor opción en función de las características climáticas de la zona así como de nuestras necesidades. Como decíamos antes, la casa pasiva hace hincapié en el aislamiento y la estanqueidad, dos características que pasan por controlar las características técnicas de sus aberturas al ser el punto de mayor pérdida energética de la envolvente del edificio. No es la primera vez ni será la última que definimos las claves para construir una casa pasiva, un concepto con el que nos sentimos identificados tanto personal como profesionalmente.

Mediante un sistema de pozos canadienses, el aire para ventilar la casa entra a una temperatura adecuada que no calienta ni enfría el ambiente. Otra concepción común califica a las ventanas como fuentes de pérdida de calor, pero también hay que tener en cuenta que esto depende en gran medida de su orientación. Además de estas normas esenciales en las casas pasivas, el tipo de arquitectura juega un papel fundamental.

Referencias:

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