Huerto urbano / Foto: Markus Spiske (unsplash)

Cómo montar un huerto en la ciudad: 6 consejos esenciales

Me encanta cultivar mis propias verduras. Me permite ahorrar dinero y además comer alimentos frescos y nutritivos. He cultivado con éxito verduras en mi propio apartamento. Si dudas de si puedes cultivar verduras en tu vivienda urbana, ¡sí puedes! En este artículo, te voy a enseñar cómo empezar un huerto comestible.

Todo el mundo quiere tener alimentos frescos y sanos y ahora te toca a ti producir tus propios alimentos. Muchas personas sueñan con tener un huerto, pero creen que el espacio no es suficiente. Sorprendentemente, puedes cultivar tu propio huerto comestible en unas pocas macetas en tu patio, balcón o incluso en el alféizar de tu ventana. Puedes cultivar alimentos para todas las estaciones del año. Aquí tienes algunos consejos útiles para empezar un huerto comestible.

Cómo empezar un huerto comestible

1 – Que sea pequeño

¿Quieres saber cómo empezar un huerto comestible? ¡Empieza por lo pequeño! Aunque tengas un patio grande, es recomendable que empieces con un huerto pequeño. Con el tiempo, te darás cuenta de que puedes cultivar mucho en un espacio pequeño y los esfuerzos necesarios para cultivar un huerto serán menores. Al cabo de un año podrás ampliar tu huerto. Si no tienes suficiente espacio en tu patio trasero, puedes optar por patios y terrazas.

2 – Planéalo bien

Hay ciertas preguntas que debes responderte antes de construir tu jardín. Tal vez en este momento te estés preguntando cómo empezar un jardín comestible. ¿Qué tipo de plantas pueden crecer en tu zona? ¿Qué espacio recibe más luz solar? ¿Cuántas horas puedes dedicar a tu huerto a la semana? ¿Qué cantidad de alimentos te gustaría cultivar? Si encuentras respuestas a estas preguntas, ¡felicidades! Vas por buen camino.

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3 – Fertilidad del suelo

Si quieres saber cómo empezar un huerto comestible, debes tener en cuenta el suelo. El suelo es uno de los principales factores para el éxito de tu huerto. Puedes hacer algunas pruebas de suelo y averiguar los cultivos que pueden crecer bien en tu suelo. Compra tierra orgánica rica en compost de buena calidad y no optes por tierra barata o de baja calidad.

La forma más fácil de saber si tu suelo puede ser del agrado de tus plantas es comprobarlo. No te preocupes; analizar tu suelo no es complicado y no tienes que ponerte una bata de laboratorio.

El pH del suelo

Aquí tienes dos formas de echar un vistazo a tu suelo. En primer lugar, puedes utilizar un paquete de bricolaje: esta prueba básica de pH mide la acidez y la alcalinidad de tu suelo y su contenido en nutrientes. Compra un paquete en un vivero, sigue las instrucciones y voilà: sabrás el pH de tu suelo. Sin embargo, se trata de una simple prueba.

Prueba de laboratorio de suelos

La otra es hacer que un laboratorio de suelos le haga una prueba. Una prueba de suelo completa es una buena inversión porque un laboratorio de suelos puede examinar a fondo su suelo.

La prueba de un laboratorio de suelos puede determinar varias cosas. Analizará el contenido de nutrientes de tu suelo. Si conoce el contenido de nutrientes de su suelo, podrá determinar la cantidad y el tipo de fertilizante que debe aplicar. En realidad, muchos controles de suelo te permiten saber con precisión la cantidad de fertilizante que debes añadir.

La prueba de laboratorio también puede detectar problemas de suelo específicos de su ubicación geográfica. Un estudio del suelo puede, además, ayudarle a detectar otros problemas. A continuación, el laboratorio de suelos debe proporcionarle una recomendación sobre el tipo y la cantidad de abono que debe añadir a su suelo. Por ejemplo, en las zonas de temporada seca de verano, puede tener un suelo salino; el tratamiento consiste en añadir yeso, un eficaz aditivo mineral para el suelo.

4 – Cultivos de corta duración

¿Todavía quieres saber cómo empezar un huerto comestible? Elige los cultivos adecuados. Al igual que el suelo, la elección de las variedades y plantas adecuadas también es un paso importante para un huerto. Consulta a los hortelanos de tu zona e investiga un poco en el catálogo de semillas para encontrar los mejores cultivos para tu suelo y clima. Escoge las que se puedan cosechar en poco tiempo sólo que los cultivos a largo plazo.

Las plantas hortícolas rápidas son buenas para cultivar porque ofrecen algo de comida para tu hogar en el periodo de tiempo más corto. Algunas de las hortalizas de crecimiento más rápido son los rábanos, los nabos, las espinacas, la lechuga, la col rizada, la remolacha, las judías rojas, los guisantes y el brócoli.

Rábanos

Los rábanos se pueden cosechar a los 20-30 días. Crecen enseguida. Al sembrar las semillas de rábano, planta unas pocas a medio centímetro de profundidad y el resto un poco más. Las que están cerca de la superficie germinarán rápidamente, alargando la cosecha algunos días. Las raíces más profundas serán más tardías, aunque más grandes, que las superficiales.

Nabos

Los nabos se pueden cosechar a los 60 días. Las raíces de los nabos completamente maduros suelen prepararse a los 60 días, cuando miden hasta 3 pulgadas de diámetro, aunque pueden cosecharse antes.

Espinacas

Las espinacas son una de las hortalizas de hoja que más rápido crecen. Plántalas en primavera y empieza a cosechar las hojas en cuatro o seis semanas, empezando por las más viejas y grandes.

Lechuga

La lechuga de hoja, incluida la romana, puede cosecharse en mucho menos de dos meses después de su plantación. La lechuga se alimenta mucho y prefiere un suelo rico, bien cultivado y con un drenaje preciso.

Col rizada

La col rizada crece adecuadamente en casi cualquier tipo de suelo, tiene pocos problemas relacionados con ella y dará una cosecha corta y sabrosa.

Remolacha

La remolacha es un cultivo vegetal de temporada y puede vivir con las heladas y las temperaturas casi heladas. Planta las semillas a media pulgada de profundidad y con una separación de 1 a 2 pulgadas. Recoge las remolachas cuando sus hombros sobresalgan del suelo.

Judías y guisantes

Las judías de matorral proporcionan un rendimiento rápido y excesivo. Aproximadamente seis semanas después de la siembra, puedes empezar a cosechar judías de arbusto delgadas y blandas de tu jardín.

Los guisantes ingleses, rojos y blancos son una increíble adición a un jardín de ritmo rápido.

Brócoli

Siembra las semillas de brócoli a 1/2 pulgada de profundidad y separa las plantas entre 12 y 24 pulgadas. Una vez cosechada la cabeza principal, las flores de brócoli seguirán produciendo cabezas más pequeñas a partir de los brotes laterales durante toda la temporada.

Flores comestibles

Las flores comestibles son una adición hermosa y juguetona a cualquier jardín. Son una forma divertida de añadir color y sabor a multitud de platos en la cocina. Las flores comestibles son muy fáciles de cultivar y también son nutritivas. Mi lista de las 6 mejores flores comestibles te ayudará a elegir las que más te convienen.

5 – Huerto en cama elevada

Si quieres saber más sobre cómo empezar un huerto comestible, deberías optar por un huerto de camas elevadas. Para un huerto pequeño, pruebe el método de plantación en lecho elevado de pies cuadrados, que divide las plantas mediante una rejilla y le permite cultivar más en un espacio reducido. Los huertos de pies cuadrados tienen menos malas hierbas, lo que facilita el mantenimiento de un huerto saludable.

6 – Etiquete sus plantas

El jardín también necesita ser etiquetado; su etiqueta debe tener el nombre de la planta, la variedad y la fecha de plantación. Esto evitará plantar dos veces y le ayudará a añadir fertilizantes. Lleva un diario para hacer un seguimiento de tu periodo de cosecha y así poder planificar en consecuencia tu próxima temporada de siembra.

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7 – Plagas y malas hierbas

Es posible que tengas que luchar contra las malas hierbas y las plagas en tu jardín. Éstas dificultan el crecimiento de las plantas e incluso pueden estropear tu comida. En un jardín pequeño, las malas hierbas suelen ser escasas y tendrás que eliminarlas una vez a la semana. Los insectos y las plagas variarán de unas plantas a otras y de un lugar a otro. Busca la ayuda de los jardineros de tu barrio para erradicar las plagas.

En conclusión, esto es cómo empezar un huerto comestible en la ciudad. Cultivar tus propios alimentos es un cambio de estilo de vida saludable. Puedes sentirte relajado y disfrutar de los beneficios de tus esfuerzos en tu huerto. Puedes aprender más sobre las semillas, el riego, la cosecha y la rotación de cultivos sobre la marcha.

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