¿Cómo aislar una casa pasiva?

Como hemos mencionado, el aislamiento térmico de una casa pasiva es uno de los factores clave para ahorrar energía, por lo que habrá que prestarle atención. El primer punto es el uso de un correcto aislamiento térmico de baja transmitancia, que aísle la casa del exterior, evitando que el calor se escape en invierno y entre en verano. El aislamiento se coloca en paredes, cerramientos o tejados, haciendo que la envolvente del edificio mejore su rendimiento térmico. Una casa pasiva es un edificio eficiente que busca reducir al máximo la demanda energética del edificio mediante estrategias globales de diseño.

Además, si se genera frío en el interior con un aparato de aire acondicionado, el aislamiento mantendrá ese frío durante más tiempo. Un buen aislamiento térmico continuo en la envolvente siguiendo la «regla del marcador» (mantener la envolvente térmica sin discontinuidades para que se pueda trazar una línea continua sin levantar el marcador), mejora el rendimiento térmico del edificio sobre todo en invierno, cuando la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior es mayor, impidiendo la transmisión de calor al exterior. Además de la envolvente y las carpinterías, en las Casas Pasivas o Passivhaus, habrá que cuidar la ejecución y montaje de todos estos elementos, vigilando la correcta ejecución de juntas, esquinas, uniones y otros componentes de cambio de sección o forma. Un buen aislamiento de la envolvente del edificio es fundamental para minimizar las pérdidas de calor de la casa en los meses de invierno y evitar la entrada de calor en los meses más calurosos.

Aunque el objetivo final de ambos tipos de construcción es el ahorro energético del edificio, las casas pasivas y las EECN (NZEB en sus siglas en inglés) se rigen por criterios diferentes. Desde e-efficiency esperamos que esta información te haya sido útil y te invitamos a que tu casa sea lo más e-eficiente posible. Además, dependiendo de la zona climática en la que se encuentre la vivienda, el objetivo será optimizar el grosor del aislamiento térmico hasta alcanzar el punto de inflexión, a partir del cual el aumento del grosor es poco relevante para mejorar la eficiencia energética. La estanqueidad de la casa se mide con una prueba de presión, conocida como Blower Door test, que consiste en crear un diferencial de presión entre el interior y el exterior de la casa colocando un ventilador en la puerta principal.

Los edificios Passivhaus o casas pasivas pueden reducir la demanda de calefacción y refrigeración en torno a un 75 y las bajas necesidades energéticas que requieren se pueden cubrir sin problemas con energías renovables como la aerotermia, la geotermia o la energía solar. Pero, ¿cuáles son los criterios de construcción? En este artículo explicamos los cinco criterios y requisitos que rigen las casas pasivas con una infografía. Los requisitos para conseguir la certificación de Casa Pasiva Passivhaus son más exigentes que lo que la normativa define como Edificio de Consumo de Energía Casi Nulo. Habitualmente, en las casas existen corrientes de aire a través de las carpinterías, generalmente provocadas por una mala ejecución de los puentes térmicos que causan molestias a los residentes y pueden generar condensaciones en el interior de la vivienda.

El aislamiento en la casa pasiva es un valor importante ya que debe cubrir toda la envolvente de la casa (paredes, tejado y base con el suelo) para proporcionar una protección suficiente y ofrecer confort.

Referencias:

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